es-cierto         que siempre nos acompañan los microorganismos? Por: Luis Eduardo Servín Garcidueñas Laboratorio de Microbiómica, ENES-Morelia, UNAM.       La vida en la Tierra se clasifica en tres dominios: Bacteria (bacterias), Archaea (arqueas) y Eukarya (todos los supergrupos de eucariontes -organismos que tienen un núcleo y organelos en sus células- en los que se incluyen a animales, plantas, hongos, y cientos de otros linajes). Los microorganismos son seres vivos que no podemos ver a simple vista y que incluyen tanto a organismos procariontes (bacterias y arqueas que carecen de células con núcleo) como a organismos eucariontes. Los microorganismos fueron las primeras formas de vida en la Tierra y se encuentran presentes en casi cualquier lugar que se pueda imaginar: suelos, mares, aire, montañas, desiertos, etcétera. Se estima que los microorganismos han estado presentes en la Tierra por lo menos desde hace 3.7 mil millones de años. Actualmente residen en una gran variedad de ambientes, incluidos los microambientes presentes en el cuerpo humano. La gran mayoría de los organismos eucarióticos, entre ellos las plantas y los animales, dependen de comunidades complejas y dinámicas de microorganismos que participan en la degradación o modificación de nutrientes y otras sustancias. Las bacterias de los intestinos humanos proporcionan capacidades metabólicas, ayudan a la digestión de alimentos, proveen nutrientes esenciales, brindan protección contra patógenos, e incluso generan precursores de neurotransmisores. Es común que se asocie a los microorganismos con enfermedades. La gran mayoría de los microorganismos del cuerpo humano son benéficos o comensales. Son pocos los microorganismos que llegan a causar enfermedades. Esta es una visión que contrasta con la percepción de la mayoría de la población. Los microorganismos son esenciales para el bienestar del ser humano y esta es una visión que debería transmitirse a las siguientes generaciones (Figura 1).  

Figura 1. Los microorganismos acompañan a los seres humanos en todo momento y son necesarios para su bienestar. Fotografía de Luis Eduardo Servín con sus amigos los microbios intestinales.

 

El ser humano está en contacto con los microorganismos desde el nacimiento hasta la muerte. Los bebés se colonizan con los microorganismos de la piel y del canal de parto de las madres al momento de nacer. Los bebés siguen adquiriendo microorganismos con la ingesta de alimentos y de leche materna, y con la exposición a los entornos naturales y familiares. Con el pasar de los años se adquieren microorganismos al tener contacto con amigos y parejas, con otros entornos, otros alimentos, etcétera. Los microorganismos acompañan al ser humano en todo momento, en la salud y en la enfermedad. En el cuerpo humano se encuentran microorganismos en cualquier superficie, desde la punta de los cabellos de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies. La piel es el órgano más grande del cuerpo y presenta zonas húmedas, cálidas y con alta abundancia de microorganismos, como las axilas que se podrían considerar como bosques de microorganismos. La piel también presenta zonas secas, cálidas y con menor abundancia de microorganismos, como los antebrazos, que representarían desiertos. Los epitelios de la región urogenital, del tracto respiratorio y del tracto digestivo también presentan comunidades microbianas abundantes. Los epitelios brindan una gran superficie para el establecimiento de microorganismos. Los intestinos albergan a las selvas tropicales de microorganismos en el cuerpo. Es en los intestinos donde se pueden encontrar a las comunidades microbianas más abundantes y diversas, y en las que se presentan innumerables interacciones microbianas que no se han logrado comprender por completo. Al conjunto de microorganismos que residen en una determina zona del cuerpo se le conoce como microbiota, por ejemplo: la microbiota oral o la microbiota intestinal. Cada microbiota puede presentar características únicas de composición y abundancia de microorganismos. El microbioma es un término que hace referencia al conjunto de genes y genomas contenidos en las microbiotas. El número de genes contenidos en el microbioma humano supera al número de genes contenido en el genoma humano. Las bacterias más abundantes de la microbiota intestinal humana pertenecen a los filos Firmicutes y Bacteroidetes, además de Actinobacteria y Proteobacteria (el filo es una categoría taxonómica dentro del reino y que engloba a las clases). Las arqueas intestinales más conocidas son las metanogénicas (que producen metano). Muchos microorganismos eucarióticos juegan un papel fundamental regulando las poblaciones de bacterias y arqueas alimentándose de ellas. No se debe olvidar que en todo momento el cuerpo humano también alberga virus que integran a los viromas humanos.  

Figura 2. Mariposas monarca en Michoacán. Los insectos presentan microbiotas intestinales más simples que las presentes en el ser humano por lo que se utilizan como modelos de estudio para comprender interacciones entre microorganismos y con sus hospederos. Fotografía de Luis Eduardo Servín.

¡Los seres humanos y muchas otras especies contienen miles de millones de células de bacterias, arqueas y eucariotas! (Figura 2). Cada vez nos hacemos más conscientes de la importancia de los microorganismos y de lo mucho que falta por aprender sobre ellos.