que las tijerillas se meten a los oídos de los humanos?
Por: Ek del Val de Gortari Coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, ENES Unidad Morelia
Las tijerillas o tijeretas son un grupo de insectos que ocasiona terror, no por su picadura ponzoñosa o su vuelo repentino, sino porque mucha gente tiene la creencia de que una tijerilla en las proximidades puede decidir entrar a tu oído y cortarte el tímpano con sus temibles pinzas, caminar por el conducto auditivo y colocarte un huevo en el cerebro… toda una película de terror, pero ¿de dónde sale este temor?
Dentro de los insectos, las tijerillas pertenecen al Orden Dermaptera que en griego significa “alas de piel”. Las tijerillas son muy distintivas por tener un par de pinzas al final del abdomen llamadas forcículas, que son utilizadas para sujetarse a la hora del apareamiento, para acicalarse removiendo patógenos o basuras y para doblar sus alas después del vuelo, pero no para cortar a sus presas o abrirse camino por el conducto auditivo humano como el inconsciente colectivo lo sustenta. Sin embargo si las agarramos puede ser que nos den un buen pellizco. El tamaño y la forma de las forcículas varía entre especies y por lo general los machos las tienen curvas y las hembras rectas.
Las tijerillas son especies cosmopolitas pero prefieren las zonas tropicales. Se han descrito alrededor de 1,800 especies de tijerillas en el mundo; para México no se tiene un número cierto, pero seguramente hay varias centenas. Esta suposición se debe a que se ha estimado que en el país existen alrededor de 47,000 especies de insectos que corresponden al 5% de todas las descritas en el mundo y probablemente tendremos también el 5% de las especies de tijerillas en México. Los fósiles más antiguos del grupo datan del Jurásico - hace 208 millones de años - por lo que las tijerillas coexistieron con algunos dinosaurios en sus orígenes.
Un rasgo muy interesante que presentan las tijerillas y difiere de otros insectos es que tienen cuidado parental, las hembras ponen sus huevecillos en alguna cavidad de un tronco o piedra y los cuidan celosamente de los depredadores y de parásitos hasta que nacen las crías; entonces la madre se despide y sigue con sus actividades normales. Las pequeñas tijerillas salen al mundo y comienzan su vida independiente.
Los hábitos alimenticios de las tijerillas son variados, la mayoría se alimentan de materia orgánica presente en el suelo de los bosques, campos agrícolas o incluso dentro de las construcciones humanas. Otras especies pueden alimentarse de raíces de plantas en cultivos por lo que si sus poblaciones son muy grandes se les considera plaga, mientras que otro grupo de tijerillas son depredadoras y, por el contrario, se les considera como agentes de control biológico porque se encargan de mantener a raya a algunas especies de plaga importantes para la agricultura. De hecho, en la agricultura orgánica las tijerillas son altamente apreciadas por funcionar muy bien como “insecticidas” de bichos dañinos.
A las tijerillas les gusta vivir en lugares húmedos y buscan la obscuridad, tal vez por ello existe el mito de que gustan de los conductos auditivos. Entonces las tijerillas como muchos otros insectos, han sido calumniadas por fechorías que no cometieron, pueden estar tranquilos de que si encuentran una tijerilla en su casa no buscará refugio en el oído de algún miembro de su familia.