que hay una sola forma de hacer agricultura familiar en México?

Constantemente, cuando hablamos de agricultura solemos generalizar, referirnos a una sola forma de producir nuestros alimentos. Pensamos quizá en las grandes extensiones verdes de maíz que vemos en los comerciales de productos procesados o en la parcela de los abuelos que visitábamos cuando éramos niñas o niños.

No obstante, lo cierto es que en México existen numerosas formas en las que se expresa lo que llamamos “agricultura”. Pues además de la riqueza cultural (alrededor de 60 grupos originarios) y biológica (más de 24 mil especies de plantas silvestres, tres mil plantas útiles, más de 150 cultivadas y seis mil animales útiles) que se alberga en nuestro territorio, contamos con una larga historia de interacciones con los que ahora son nuestros alimentos. Basta con mencionar que, en México, se ha encontrado evidencia de que la agricultura surgió hace nueve mil o diez mil años, aproximadamente.

De esta manera, si pensamos que tenemos tantos miles de años siendo agricultores y desarrollando agriculturas, que existen muchas sociedades humanas que realizan esta actividad y que la diversidad agrobiológica que tenemos es enorme, también podemos pensar que existen formas de cultivar, cuidar y mantener la agricultura en muy diversas formas.

Por ejemplo, en la península de Baja California, al norte del país, las actividades agrícolas familiares están definidas por la disponibilidad de agua, pues al ser zonas áridas, esta resulta un recurso escaso. Así, el maíz solo se cosecha una vez al año y las parcelas en las que se encuentra, están rodeadas de mezquites, palmas datileras, huizaches y otras plantas propias del semidesierto. Mientras que, si nos vamos hacia el sur, por ejemplo, en algunas regiones de Oaxaca, donde llueve más y el clima es tropical, las cosechas de maíz serán dos al año y las plantas que se encontrarán en la parcela serán: plátanos, papayos, zapotes y parotas, entre otras.

Además, no sólo encontraremos cultivos y árboles, sino otra diversidad de plantas y animales que son parte de las milpas, que en su conjunto e interacción funcional también podemos llamar sistemas agroforestales. En el norte se usará el orégano que crece al interior o alrededor de ellos y en el sur los quelites. En el norte habrá cabras saltado de aquí para allá y en el sur será más común observar patos o guajolotes.

Hablando de esto, cabe aquí comentar que la agricultura, como lo hemos visto en las líneas anteriores, trasciende el cultivo de plantas alimentarias, por ello es que, en diversas disciplinas se denominan sistemas agroforestales a formas de agricultura que incluyen el manejo de plantas silvestres, animales y hongos, así como la promoción de la captación de agua y el mejoramiento de suelos. Tales sistemas agroforestales predominan en las comunidades rurales y también urbanas de nuestro México.

Así, incluso dentro de una misma comunidad, encontraremos diversas maneras en las que se manejan los territorios, caminado por los senderos de terracería de un pueblo en el Estado de México, encontraremos unas milpas con maíz, frijol y calabaza, mientras que, en otras, unos pasos más adelante, habrá maíz, chilacayota y chile. ¿Recuerdas tú haber visto esta diversidad?

Hay también otros sitios en donde se producen alimentos que no son milpas, pero que siguen siendo sistemas agroforestales, como los huertos familiares ¿Has escuchado de ellos? Estos son espacios en donde también se hace agricultura, pero en ellos quizá no habrá maíz, frijol o calabaza, sino un montón de árboles con frutas como limones, naranjas, granadas o peras, y plantas con flores de muchos colores como malvones, orquídeas o teresitas, además de plantas medicinales como manzanilla, ruda e hinojo ¡Seguramente alguna vez las has probado!.

Y ¿ahora qué piensas? ¿hay una sola forma de hacer agricultura en México? Pon atención y verás que el mundo detrás de muchos de nuestros alimentos, medicinas y otros productos que consumimos es sumamente diverso, de colores y formas que quizá nunca habías pensando.