...que es dañino para la salud dormir con plantas?
Por Erick de la Barrera
Uno de los mitos urbanos más frecuentemente escuchados tiene dos versiones contradictorias. Por un lado, se dice que es bueno dormir con plantas porque purifican el aire. Por el otro, se dice que dormir con plantas es malo porque durante la noche consumen el oxígeno y el CO2 que emiten puede llegar a ser tóxico. En realidad, ambas aseveraciones tienen razón y, a la vez, están erradas.
Sabemos que las plantas, a través de la fotosíntesis, asimilan CO2 y, utilizando la energía del sol, producen azúcar que puede ser utilizada en diversos procesos metabólicos. Un producto de deshecho de la mencionada fotosíntesis es el oxígeno que respiramos todos los seres vivos. De hecho, cuando surgieron los primeros organismos autótrofos la atmósfera carecía de oxígeno y fueron estos seres fotosintéticos los que la “contaminaron”, permitiendo la evolución de las formas de vida como las conocemos en la actualidad. Hasta aquí la aseveración de que es bueno dormir con plantas parece tener sentido: las plantas intercambian CO2 por O2.
Veamos ahora el razonamiento detrás de la aseveración de que las plantas son malas compañeras de alcoba. Todos los seres vivos respiramos. Desde el punto de vista fisiológico, respirar significa combinar azúcares con oxígeno, obtener energía y liberar CO2. Para el caso de las plantas, la liberación de CO2 es imperceptible durante el día porque su tasa fotosintética de asimilación de CO2 es mayor. Pero durante la noche, cuando la fotosíntesis se interrumpe, ocurre una pérdida neta de CO2. En este caso, tiene cierta lógica el pensar que dormir con plantas podría ser peligroso.
Sin embargo, existen plantas como la piña, algunas orquídeas y algunos cactos (a estos últimos hasta les atribuyen milagros de todo tipo, como secuestrar las malas vibras que emiten los monitores de las computadoras, pero eso lo discutiremos en otra ocasión) que realizan su intercambio de gases durante la noche. Es decir, estas plantas asimilan el CO2 durante la noche y lo almacenan hasta las horas de luz cuando encienden la maquinaria fotosintética y lo convierten en azúcar. Con este tipo de plantas también suena lógico afirmar que pueden ser buenos purificadores de aire durante la noche.
Entonces, ¿es bueno o es malo dormir con plantas? La respuesta oficial de la ciencia es que no es bueno, ni malo, sino todo lo contrario. En realidad las tasas metabólicas y fotosintéticas de las plantas son muy bajas y el volumen de gas que intercambian es tan pequeño que no sería capaz de causar ningún daño pero tampoco ningún beneficio. Por ejemplo, una penca de nopal de tamaño regular puede absorber casi 600 litros de CO2 en una oche. En cambio, si usted tiene buen sueño y se avienta sus ocho horas reglamentarias de corridito, estará respirando un volumen cercano a los 7,000 litros. Si tomamos estos volúmenes en cuenta podremos concluir que las únicas beneficiadas de la convivencia nocturna son las propias plantas de interiores. En lo que concierne a las personas, dormir con su marido en el mismo cuarto representa un riesgo diez veces mayor que dormir con plantas, aunque suponemos que los beneficios, que son de otra índole, lo compensan