...qué sólo usamos el diez por ciento de nuestro cerebro?
Por Juan Manuel Lobato.
Centro de Investigaciones en Ecosistemas.
Mitos y ciencia ficción sobre los porcentajes del cerebro que utilizamos ¿En realidad tenemos parte de nuestro cerebro apagado, o todo es una idea errónea y a la vez ilusoria de potenciales capacidades esperando a ser encontradas y explotadas?
Al ver la película “Limitless” (Sin límites, Estados Unidos, 2011) uno puede echar a volar la imaginación sobre las innumerables capacidades que los seres humanos podríamos tener escondidas en nuestro cerebro; claro, siempre y cuando fuera cierto que sólo empleamos un 10% del mismo. Éste es un mito popular muy extendido. Tal afirmación pudo iniciarse con una interpretación equivocada del trabajo del psicólogo pionero estadounidense William James de finales del siglo XIX y principios del XX. Además de su trabajo académico, James fue autor reconocido de artículos de divulgación, en los que le gustaba afirmar que una persona promedio rara vez usa todo su potencial. James nunca hablaba de porcentajes, se refería a potencial sin desarrollar, no a materia gris sin emplear. Con el tiempo se empezó a mencionar la cifra del diez por ciento e incluso se interpretó de forma positiva que sólo empleáramos ese porcentaje de nuestra cabeza, considerando que teníamos una mina de oro aún sin explotar. El diez por ciento de nuestra capacidad se confundió con el diez por ciento de nuestro cerebro.
El mito se volvió incuestionable cuando supuestamente Albert Einstein explicó su propia brillantez en relación al mito; sin embargo, el Dr. Barry Beyerstein del Laboratorio de Comportamiento Cerebral de la Universidad Fraser en Vancouver, realizó una investigación cuidadosa y fue incapaz de encontrar algún registro de dicha declaración. El mismo Dr. Beyerstein comenta que cuando ofrece conferencias al público en general la pregunta más recurrente que le hacen es: ¿en realidad sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro? Cuando él lo niega se hacen evidentes las caras de decepción del auditorio, porque es un mito al que la gente se aferra, piensan que sería muy bueno que fuera cierto. El Dr. Beyerstein afirma que ninguno de nosotros rechazaría un aumento considerable en nuestra capacidad intelectual. Precisamente de esto es de lo que se alimenta el mito, y es en lo que se basa “Sin límites” donde, gracias a un medicamento milagroso, quien lo toma se ve inmerso en un flujo interminable de lucidez, habilidades e ideas.
Si fuese cierto que sólo empleamos el diez por ciento del cerebro, ¿por qué pequeños daños en áreas específicas de éste pueden tener efectos tan devastadores como el Parkinson o una apoplejía? Observaciones de los efectos de una lesión en la cabeza revelan que no parece haber ningún área del cerebro que pueda ser destruida por golpes, traumatismos craneoencefálicos o de otra manera, sin dejar al paciente con algún tipo de déficit funcional. ¿Por qué alguien preparado como un neurocientífico de inmediato duda que el 90% de nuestro cerebro esté sin utilizar? Primero porque, como todos nuestros órganos, el cerebro ha sido resultado de la selección natural, necesita mucha energía y sería un despilfarro de recursos tenerlo subutilizado, lo que muy probablemente no habría permitido la evolución.
En los últimos cien años la tecnología ha evolucionado con equipos cada vez más sofisticados capaces de detectar la funcionalidad del cerebro y no se han descubierto áreas inactivas hasta ahora. Hoy en día la ciencia ha logrado localizar un gran número de funciones psicológicas en sistemas específicos del cerebro asociadas con cambios eléctricos, químicos y magnéticos en la actividad cerebral y los ha correlacionado con determinados fenómenos mentales y de comportamiento en animales y, en algunos casos, en pacientes humanos sometidos a tratamiento neurológico.
Sin embargo, mucha gente sigue pensando que sus sueños no cumplidos se podrían realizar encontrando una fórmula para aprovechar la supuesta gran reserva de capacidad mental que tenemos escondida. En mi opinión, mitos como el del diez por ciento persisten en la sociedad porque en los medios se repiten, e incluso se realizan películas como “Sin límites”. Esta cinta expone de manera entretenida lo que el cerebro humano podría lograr si fuera verdad que no lo usamos en su la totalidad. La película puede gustar o no, pero despierta la curiosidad y hace que uno se imagine lo que haría si de repente nuestra capacidad cerebral aumentara diez veces. No obstante, sólo queda en eso, en imaginación. Muchos de nosotros no investigamos cuánto de lo que vemos en el cine u otro medio en realidad es cierto; mucho depende de la educación que tengamos para juzgar, por ejemplo, una película como absurda. Habrá otras historias que nos parezcan más apegadas a la realidad, pero cuando indagamos un poco nos damos cuenta de que en realidad el guión no se basa en su totalidad en hechos científicamente comprobados. Para decepción de muchos y sobre todo de los que hayan visto “Sin límites” no existen zonas de repuesto cerebral esperando a ser utilizadas para elevar las calificaciones, ascender en el trabajo, realizar grandes descubrimientos científicos, aprender idiomas con enorme rapidez o escribir una gran novela.
Lo positivo del mito del diez por ciento es que ha motivado a muchas personas a buscar una mayor creatividad y productividad en sus vidas y la esperanza de enriquecer nuestras capacidades ha ayudado a que se mantenga. ¿Cómo no imaginar todo lo que podríamos lograr si realmente pudiéramos aumentar nuestra capacidad diez veces? Sea para bien o para mal.
Referencias
Beyerstein, Barry L. 1999. Whence Cometh the Myth that We Only Use 10% of our Brains?». En Sergio Della Sala. Mind Myths: Exploring Popular Assumptions About the Mind and Brain. Wiley. pp. 3–24.
Beyerstein, Barry L 2004. Do we really use only 10 percent of our brains? Scientific American, marzo 2004.